Fracasar así, es todo un lujo. La necesidad de incorporar el arte en la escuela y la educación en las ferias de arte contemporáneo

Hace unos años, en una de las actividades en las que participo habitualmente con mis hijas, recuerdo un niño que a una pregunta bastante compleja contestó: “El arte son cosas que hacen los artistas para otros artistas”.

Esta definición tan sincera da fe de uno de los problemas más graves que atraviesa en estos momentos el arte contemporáneo: su casi absoluta incomprensión social. Esta incomprensión social tiene, entre otros, un origen relacionado con lo educativo y más en concreto con la ausencia total del arte contemporáneo en los contextos educativos formales, y de la educación en los contextos artísticos. Asistimos a las escuelas, a los institutos e incluso a muchas facultades de Bellas Artes y seguimos comprobando como reproducciones de obras de Picasso, de Goya, incluso puede que de Klimt, habitan las paredes, mientras que los proyectos de los artistas que están trabajando ahora, en estos momentos, son completamente ignorados. De manera que se crea una pescadilla que se muerde la cola: los docentes no tratan el arte contemporáneo, los estudiantes no lo entienden, el rechazo se extiende y, cuando estos estudiantes devienen en docentes, el problema vuelve a empezar. Al mismo tiempo asistimos a las bienales, a los museos, a los centros de arte, y lo educativo es muy escaso y, cuando está presente, es entendido como un servicio

Por esta razón una de las urgencias más insistentes de la rEDUvolution es la incorporación en las aulas de los y las artistas contemporáneos (productores culturales cuyos lenguajes y técnicas, aunque nos resistamos a aceptarlo, encajan perfectamente con la estética y los imaginarios de nuestros estudiantes), al igual que existe una necesidad de desarrollar un verdadero y profundo giro educativo en las instituciones culturales.

Con el claro objetivo de visualizar esta necesidad, no solo en el contexto del cambio de paradigma en educación artística sino también del cambio de paradigma en educación en general, el pasado mes de febrero tuvieron lugar dos eventos desde donde se trabajó esta demanda. Por un lado, se celebró la segunda sesión de la Escuela de Educación Disruptiva 2015 y por otro lado, la edición de la feria de arte contemporáneo ARCO2015.

En la segunda sesión de la Escuela de Educación Disruptiva 2015: “De Rubens a Damien Hirst: el arte contemporáneo como herramienta didáctica” (28 de febrero) contamos con cinco expertos dentro del contexto del arte+educación: Luis Camnitzer, Marta de Gonzalo y Publio Pérez Prieto, y el colectivo Manila Santana formado por los arteducadores María Camila Sanjinés y Manuel Quintana.

La conversación con Luis distó mucho de ser aburrida, pero pudo serlo ya que los dos tenemos una visión muy semejante de lo que hay que hacer en el terreno de la charla que estábamos abordando. Nuestra visión se centra en entender el arte como una forma más de adquirir conocimiento, lo que conecta el arte de forma irremediable con la educación. Por esta razón Luis defiende la idea de que no hay educación sin arte ni hay arte sin educación, por lo que las instituciones educativas formales tienen el deber de utilizar el arte (y especialmente el arte contemporáneo) como un recurso cotidiano, mientras que las instituciones artísticas, los museos y los centros de arte, deben entender su papel como escuelas en vez de relegar lo educativo al servicio más desprestigiado del museo.

En el segundo tempus de la sesión, Marta de Gonzalo y Publio Pérez Prieto abordaron la necesidad de Descolonizar la mirada. Desde su posicionamiento político se centraron en las problemáticas concretas de la Educación Artística en España, denunciaron la supresión en la franja de la Educación Primaria de las dos horas semanales de Educación Artística por Idiomas, que en la ESO la educación Plástica y Visual haya pasado a ser optativa en todos los cursos (con un horario semanal muy escaso, 2-3 horas), así como la ausencia de especialidad en Educación Artística en los planes de estudio de Magisterio y Ciencias de la Educación.

El trabajo de Marta y Publio se adentra en este terreno incierto donde es tan difícil diferenciar entre su práctica como artistas y su práctica como profesores, reflexionaron sobre la estética de la recepción y la necesidad de la alfabetización visual y demandaron que los actos de contemplación han de entenderse como actos de producción de conocimiento en sí mismos. Con frases como: “Una obra de arte es rara para hacerte pensar lo raro que es todo lo demás” o “No se pueden hacer ni arte ni educación neutrales”, contribuyeron de manera empoderadora a la producción del cambio de paradigma en educación reivindicando la necesidad absoluta de los microrelatos y el extrañamiento como factores que introduce el arte contemporáneo en la escuela. (Toda la información y los materiales (vídeos, presentaciones, fotos etc.) sobre esta sesión aquí: http://www.fundaciontelefonica.com/conferencias/escuela-educacion-disruptiva-2015/de-rubens-a-damien-hirst-el-arte-contemporaneo-como-herramienta-didactica/)

Con el título genérico: “El giro educativo en las prácticas artísticas contemporáneas en Colombia” este año es la primera edición en la que ARCO dedica un programa específico al tema del arte+educación, y espero que a partir de este año sea un programa definitivo, ya que es necesario que las organizaciones e instituciones visibles, las que afectan y las que al fin de cuentas importan, visibilicen dentro de sus actividades la educación como una práctica creadora de conocimiento al mismo nivel que las propias artes visuales.

En el encuentro profesional que organizamos entre Pedagogías Invisibles y yo, demandamos la educación como la herramienta clave para que los visitantes pudiesen entender el arte contemporáneo, crear significado a partir de él y experimentar más allá de los estereotipos y los prejuicios que gran parte de la sociedad desarrolla por este tipo de arte. Debemos de entender la educación como la herramienta que consigue enlazar las piezas entre el artista (que es el agente que propone el tema), el comisario y/o galerista (que es el agente que selecciona al artista), y el público, que en muchas ocasiones necesita una figura que medie entre los agentes citados. Lo educativo logra deshacer la brecha de la incomprensión para que el público sea capaz de desarrollar de manera autónoma sus propias conexiones y procesos.

La propuesta del programa de arte+educación de ARCO2015 se asentó sobre la necesidad de intercambio entre las prácticas contemporáneas entre Colombia como país invitado y España como país que invita, siendo el objetivo fundamental de la Feria visualizar el nivel alcanzado por Colombia en cuanto al desarrollo del arte contemporáneo en los últimos años, el programa de arte+educación quiso cumplir este mismo objetivo en el contexto prácticas educativas.

Este intercambio se llevó a cabo mediante dos actividades, abiertas además del Encuentro Profesional. Las actividades en abierto se realizaron en dos instituciones culturales: Espacio Fundación Telefónica (martes 24) y Medialab Prado (jueves 26), mientras que el encuentro profesional se hizo en IFEMA (viernes 27). El objetivo en las dos actividades en abierto fue que el público asistente conociera los proyectos pioneros de la educación artística colombiana como los desarrollados por un abanico complejo de instituciones como el espacio multidisciplinar Lugar a Dudas (Cali), el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), y los colectivos bogotanos La Agencia y Manila Santana. Mientras que el evento en Fundación Telefónica consistió en un encuentro más expositivo, en Medialab Prado se llevaron a cabo los talleres de EduNoise (Jorge Barco y Patricia Rajenstein) y Curaduría Inversa (La Agencia). Así reunimos a los profesionales más relevantes del campo del arte+educación de ambos países, poniendo un espacial énfasis en la representatividad de los agentes, de manera que asistieron instituciones como colectivos y espacios alternativos junto con los responsables de educación de los principales museos colombianos y españoles.

Colombia es un país en absoluto ascenso, entendiendo el ascenso desde el punto de vista de la energía, la posibilidad y la transformación social. Pero el empuje y la relevancia de su desarrollo se está llevando a cabo no desde cualquier ámbito, sino de manera concreta desde la cultura, las artes y la educación. Medellín es un claro ejemplo de cómo una ciudad puede transformarse totalmente cuando los recursos se destinan a estas tres áreas de trabajo. De forma específica, y con respecto al tema de la innovación en el arte+educación, Colombia es en estos momentos un país referente en cuanto a la evolución del modelo educativo en artes visuales y su migración desde el paradigma de las “manualidades” a un no-modelo contemporáneo centrado en el conocimiento y el proceso. Sinceramente creo que tenemos mucho que aprender unos de otros y esta es la razón por la que hemos diseñado este programa, que debe afianzar la necesidad del cambio de paradigma en ambos países.

Fracasar así es todo un lujo (gran frase de La Agencia que hace referencia a la realidad de que muchos arstistas consideran trabajar en educación como un fracaso) nos sirve de metáfora para poner encima de la mesa este giro que por fin se está desarrollando en la escuela y los lugares del arte, donde ambas disciplinas contaminan los espacios y las prácticas. Y es que en un mundo hipervisual en el que las imágenes hegemónicas provenientes de la cultura de masas desarrollan un papel central en nuestras vidas, las instituciones educativas tienen la responsabilidad de dar valor al grupo de imágenes que precisamente no forman parte de la cultura de masas. Introducir el arte contemporáneo en la escuela y la educación en las ferias de arte, tiene que ver con la dinámica de “romper” las historias únicas, en este caso, de las historias visuales.