2012 Visiones panópticas de la educación: descubriendo la tarima como centro de vigilancia y la necesidad urgente de entender el mobiliario como un recurso narrativo

La semana pasada tuve una revelación mirando durante más de cinco minutos una tarima, ese elemento tan típicamente educativo sobre la que se sitúa tradicionalmente el profesor y que fue fuertemente reivindicada hace unos años por la presidenta de la comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, como elemento central del acto pedagógico.

Del descubrimiento de la tarima como centro de vigilancia pasé al descubrimiento del currículum opaco, ese que va más allá del currículum oculto: ese que oculta que está oculto, es decir, un currículum aparentemente explícito y visible como la tarima, que nos dice “estoy aquí para que me puedas ver mejor” pero que en una capa inferior nos cuenta “estoy aquí para poder verte mejor”. Partiendo de la estrategia típicamente feminista del conocimiento situado, algo que parece explícito se revela como perversamente implícito en un juego de pliegues y capas que nos desbordan.
Estos dos descubrimientos entroncan con algo con lo que llevamos trabajando todo este año en el proyecto Esto No Es Una Clase: la importancia del mobiliario en la educación. Creo que uno de los elementos claves de la rEDUvolution es entender el uso narrativo del espacio y el mobiliario en el aula y transformar las dinámicas de poder alterando esos usos que parecen inamovibles pero que no lo son. Por ejemplo, en el proyecto Esto No Es Una Clase vamos a dedicar un capítulo entero al tema de la puerta: dejarla abierta, cerrada o entornada significa cosas muy distintas, más allá de la necesidad práctica de cerrarla cuando hay ruido fuera. La puerta es el lugar a través del cual pasamos y nos investimos con los roles de profesor y de alumno; es, por lo tanto, un recurso cargado de significado que nos performade manera determinada. Dar una clase con la puerta cerrada por obligación del profesor o dar una clase con la puerta cerrada porque se ha llegado a un consenso entre la comunidad de estudiantes y profesores es algo muy diferente. Creo que hay que repensar los espacios docentes desde la perspectiva de su narración para abolir las visiones panópticas del aula-prisión y construir no-aulas: espacios de reunión donde sucede el aprendizaje.
¿Dejamos la puerta abierta?
Hola María! ¿me puedes indicar en que libro de Torres y editorial aparece ese concepto? me gustaría leer más sobre esto. Mil gracias
con todo esto, para cuando ¿pedagogías invisibles proyectará un aula invisible?
Cuando nuestros amigos arquitectos nos ayuden a hacerlo….: )
Hola Amanda:
encantada de darte la referencia aunque en el libro no hay mucho mas, se cita el término (panóptico) relacionado con la educación y ya. Creo que sobre muchas de las cosas sobre las que trato en mi blog las que tendremos que escribir somos nosotras!!!!
TORRES, J: (2003): El currículum oculto. Madrid: Morata