2012: Del suspenso al suspense: la importancia de lo inesperado y lo narrativo en los procesos de aprendizaje
¿Qué pueden tener en común algunos funcionarios de las administraciones públicas y algunos estudiantes del grado en Bellas Artes de la UCM? A simple vista puede parecer que nada, pero una mirada más profunda y crítica nos revela que, en ocasiones, las cosas más dispares se pueden conectar de formas muy diversas. Y lo que ha pasado esta semana lo documenta.
El jueves fui invitada por Jesús Martínez Marín (Responsable de Nuevos Programas Formativos del Centro de Estudios Jurídicos de la Generalitat de Cataluña) en ExpoLearning, una jornada bastante inusual para mis contextos de trabajo en la que Jesús reunió a los responsables de los proyectos de aprendizaje más innovadores en el entorno de las administraciones públicas y en la que me pidió construir una charla sobre los aprendizajes incidentales, en concreto, sobre la importancia de lo inesperado en el aprendizaje y que decidí llamar “Del suspenso al suspense: la importancia de lo inesperado en los procesos de aprendizaje” (power point aquí).
Mi intervención arrancó con el tema de la rEDUvolution para centrarse en la ruptura de lo aburrido mediante el suspense, de lo esperado mediante lo inesperado, de lo descriptivo mediante lo narrativo, de lo plano mediante lo retórico, de lo anodino mediante la sorpresa y todo ello con la intención de llegar al EXTRAÑAMIENTO, ese momento de efervescencia que nos hace ver las cosas con una mirada nueva. Para ejemplificar el uso de lo inesperado utilicé dos recursos: mi propia presentación (con un nombre bastante potente y con una narración basada en imágenes) y los resultados del proyecto ESTO NO ES UNA CLASE (#NoEs), proyecto que ya conocéis muchos de vosotros y que tengo el placer de dirigir con Alejandro Piscitelli y cuyo objetivo es evaluar las posibilidades del edupunk como arquitectura de aprendizaje en la educación superior. El trabajo de campo ha finalizado este mes de febrero y en estos momentos nos encontramos sumidos en el proceso de decantación de los datos para la obtención de categorías. Tanto en el proyecto como en la presentación vimos cómo el cambio de mobiliario, la integración de la comida o de la música en el aula, el trabajo por proyectos o el arte contemporáneo como formato, en definitiva, el viraje desde la clase a la reunión, muda la experiencia de aprendizaje hacia nuevos lugares. Fueron también de gran interés las charlas de mis compañeros, que me permitieron ver una cara apasionada, crítica y muy innovadora de las administraciones públicas, algo que me sorprendió mucho la verdad.
ExpoLearning sucedió el jueves mientras que el martes sucedió la primera sesión de ESTO SÍ ES UNA REUNIÓN, la segunda temporada del proyecto ESTO NO ES UNA CLASE en la que estudiantes y docentes, apasionados por el aprendizaje en vez de por la evaluación, continuaremos durante este segundo cuatrimestre el proceso iniciado en octubre. En mi ya larga vida como docente, es la primera vez que algo así ocurre: las sinergias han sido tan buenas tanto a nivel experiencial como de creación de conocimiento, que la comunidad de aprendizaje devenida del proyecto ha necesitado seguir trabajando fuera del ámbito formal, decidiendo vernos una vez a la semana por el mero placer de aprender. Esta primera sesión comenzó en La Trasera (BBAA/UCM) pero terminó en el jardín de la facultad dando fe de que lo inesperado puede abrazar incuso las geografías. Esta primera sesión nos ha servido para planificar las siguientes y la hemos organizado, haciendo rizoma con Platoniq, mediante un BCC (Banco Común de Conocimientos) en el que todos los presentes hemos expuesto lo que éramos capaces de enseñar y de lo que teníamos ganas de aprender.
Ambos sucesos están conectados con la investigación, la innovación, la necesidad de un cambio de paradigma que está ya sucediendo con eventos como los que esta semana se han llevado a cabo, impregnados por una enorme cantidad de ideas renovadoras que en ambos casos se funde en una de ellas:
la idea de que el suspense, los detonantes, las sorpresas y la narratividad han de formar parte del proceso de aprendizaje YA.