¿Por qué hay una zanahoria en mi bolsa?: los dispositivos de extrañamiento y la importancia de romper el formato

Leer un libro es muy diferente que ver un vídeo. Y ver un vídeo es muy diferente a asistir a un congreso. Y asistir a un congreso es muy diferente a participar activamente en un taller. Todos estos son ejemplos de formatos de transmisión de conocimiento, formatos que se producen en contextos diversos históricos donde los soportes son distintos y están posibilitados por tecnologías diferentes.

En el momento que nos encontramos, los sistemas de transmisión de conocimiento han evolucionado hacia lo audiovisual y lo digital, de manera que en el año 2006 la red se empezó a llenar de un formato de transmisión de conocimiento muy específico, las charlas TED (denominadas así por el acrónimo Tecnología, Entretenimiento y Diseño) gestionadas por The Sapling Foundation y cuyo objetivo principal era, y es, localizar personas que tienen algo relevante que contar, y que lo cuentan muy bien, y dar soporte a esas ideas para que se distribuyan el mayor número de veces posible. El formato TED es muy concreto: charlas entre 7 y 18 minutos de duración, en un escenario con una alfombra roja circular, donde el speaker puede apoyarse de imágenes, o no, para contar esa idea que es importante diseminar por el mundo. Es por lo tanto un formato audiovisual muy ágil y que, tanto por su duración como por las estrategias de los speakers, es difícil que conduzca al aburrimiento y al mismo tiempo es también difícil que se produzca un conocimiento profundo sobre el tema elegido.

Este pasado 22 de Enero tuve la oportunidad de participar en el primer evento TEDx dedicado en exclusiva a la Educación que se celebró en España. La invitación me conducía a respetar las normas de la charla y al mismo tiempo me hizo reflexionar sobre las normas del evento presencial, donde participaron 16 speakers con un formato de congreso tradicional. La pregunta que me formulé fue la siguiente: ¿cómo una organización cuyo principal objetivo es la transmisión de conocimiento puede ser tan innovadora en lo audiovisual y al mismo tiempo tan tradicional en la arquitectura metodológica del evento? Al fin y al cabo los participantes estarían casi ocho horas sentados, escuchando a los speakers con prácticamente nulos índices de participación. Esta contradicción me llevó a reformular el formato del evento mediante la puesta en funcionamiento de un Programa de Talleres y un Programa de Acciones paralelos a las charlas.

La meta principal del Programa de Acciones ha consistido en poner en práctica, al mismo tiempo que reivindicar, la importancia del extrañamiento como herramienta pedagógica. El extrañamiento, la sorpresa, el asombro y lo inesperado son factores señalados desde la neuroeducación y desde las artes visuales como absolutamente necesarios para que el aprendizaje suceda. El extrañamiento en concreto es un mecanismo que consiste en provocar un efecto de sorpresa en los destinatarios de la acción quienes desarrollan una sensación de efervescencia intelectual que se perfila como la mejor antesala del aprendizaje. Y es en este punto donde el título de este post cobra importancia, porque uno de los dispositivos de extrañamiento que mejor funcionaron fue la inclusión de una zanahoria en la bolsa que reunía la documentación y que no tenía ninguna utilidad práctica más allá de preguntarse qué rayos hacía una zanahoria en la bolsa.

El Programa de Acciones se desarrolló a través de cinco propuestas concretas con sus correspondientes nombres, reivindicando de este modo el diseño de estas actividades al mismo nivel que cualquier otra producción cultural, siendo la primera Entrar por el Aro acción cuyo objetivo era romper el proceso tradicional de registro a través del juego, al tener que encestar un balón en su correspondiente canasta. Entrar en un congreso y tener que encestar para obtener tu acreditación nos conecta con el movimiento, el azar y el exterior, con todo aquello que de manera natural no ocurre en lo académico.

Después tuvo lugar Estética estática una acción cuyo objetivo era plantear que los asistentes tomasen asiento de forma diferente. De manera que la propia acción de sentarse se transformó en una experiencia estética donde la organización por colores dotaba de significado, de juego y de magia esa acción mecánica, con la intención de organizar a los asistentes en un todo que los identificara como grupo en vez de como individuos aislados.

Durante todo el día tuvieron lugar Subidón y Power Room, dos acciones localizadas en los ascensores y en los cuartos de baño, espacios que se convirtieron en inusitados lugares de reflexión, porque en vez de contemplar los ascensores como sitios de paso decidimos lanzar la pregunta “The observer is not separate from the object observed” a partir de la cual los participantes se convirtieron en productores y decidieron hacerse fotos como objetos y observadores al mismo tiempo.

En los baños el mecanismo de extrañamiento funcionaba a tope cuando al cerrar la puerta se escuchaban voces de estudiantes protestando por la inutilidad de la escuela. Y es que con Power Room queríamos reproducir las conversaciones que en los contextos educativos se mantienen en privado y que son muchas veces donde se enuncia el verdadero sin sentido de los procesos educativos en cualquier contexto.

Human Scrabble se desarrolló durante toda la sesión, una producción colaborativa entre los asistentes a partir de las camisetas con letras que vestían (facilitadas en su kit de bienvenida) y a partir de las cuales, y de forma aleatoria, se creaban diferentes términos y palabras dando lugar a encuentros serendípicos que reforzaban las conexiones y la producción de conocimiento rizomático.

Por otra parte, la meta principal del Programa de Talleres ha sido que los participantes del TEDxBarcelonaED participasen en la construcción de su propio conocimiento a través de un formato participativo, horizontal y activo, a partir del trabajo de diversos agentes muy implicados en el cambio de paradigma en educación. El primero de los talleres (aunque todos fueron simultáneos) fue conducido por Design for change, una organización que utiliza el design thinking como herramienta para empoderar a niños y adolescentes, y que ejecuten en la realidad arriesgadas propuestas políticas.

Un poco más allá Duduá invitó a los participantes a unir lo manual y lo tecnológico en su Taller de Electro Bordado Pedagógico donde telas, hilos y leds sirvieron para representar constelaciones del conocimiento que habían surgido en la primera parte del evento.

En el exterior del edificio trabajaron Alvaro Solache y Diego Díaz, responsable de Team Towers el primero y de Hibryd Play el segundo. Mientras que Álvaro consiguió mediante la producción de castellers reales subrayar la importancia del trabajo colaborativo, así como de la distribución democrática de esfuerzos y saberes, Diego explicó cómo funciona en directo Hibryd Play, un dispositivo tecnológico que transforma un parque de juegos tradicional en un videojuego, aprovechando los potenciales de ambos espacios.

En el interior del edificio, Pedagogías Invisibles comprobaba de manera experiencial la potencia de los discursos implícitos en el aula, al tiempo que The Cross Border Project evidenció las posibilidades del teatro/foro para resolver conflictos reales y empoderar a los públicos.

The Big Bang Theory demostró cómo el humor es un componente fundamental en los procesos de aprendizaje. El taller de Robotix de Learning by doing, explicitó la importancia de aprender haciendo, mientras que Carlos Tardón gamificó la experiencia del TEDx a través de juegos y recompensas.

Lanzar una pelota, descubrir una zanahoria en tu bolsa, sentarte por colores, fotografiarte en el ascensor, crear una frase o sorprenderte en el baño, no son actos banales, son actos que producen movimiento, expectativa y alerta, una alerta que nos hace estar porosos, nos impide aburrirnos y genera conocimiento. De la misma forma que las TEDtalks han constituido una revolución en el cambio de formato audiovisual, debemos trabajar para cambiar el formato presencial de los eventos que organizamos porque, como no me cansaré de decir, las energías no han de ponerse solo en lo que transmitimos sino en la arquitectura de su transmisión, y el arte contemporáneo y el extrañamiento son la mejor herramienta para llevar esta tarea a cabo.

* Todas las fotos de este post son de Eva Carasol