El drama de la literalidad: del cuerpo como cárcel al cuerpo como metáfora

De repente un trueno suena, un rayo cruza y lo ilumina todo. Empieza a llover poco a poco, pero cada vez llueve más, y los pájaros que estaban piando dejan de hacerlo. Al sonido de la lluvia se une otro que es impropio de la selva, el de trescientas manos que se frotan de forma acompasada produciendo una sensación extraña, irreconocible. Esa sensación de extrañamiento me hace dudar de los truenos, del canto de los pájaros… y al abrir los ojos me doy cuenta de que estoy en un auditorio rodeada por ciento cincuenta personas. Los truenos, los rayos, los pájaros, la lluvia y la selva han sido construidos por nosotros, imaginados y performados por los cuerpos que llenan el auditorio.

El pasado sábado dieciocho de Enero tuvo lugar la primera sesión de la segunda edición de la Escuela de Educación Disruptiva de Fundación Telefónica, un espacio desde donde queremos contribuir a la Innovación en la Formación del Profesorado. La EED se consolida como nuestra contribución al cambio de paradigma educativo, dándonos cuenta que la formación del profesorado en las instituciones formales españolas se está quedando obsoleta, y es desde otro tipo de instituciones y organizaciones (como los estudios de diseño y arquitectura, los museos y centros de arte como es nuestro caso), donde más se están impulsando tecnologías para el cambio.

La Escuela de Educación Disruptiva 2015 está construida desde tres ideas básicas: la curaduría alternativa de contenidos, el cambio de formato y el desarrollo transversal del pensamiento crítico. La curaduría alternativa de contenidos es un tema clave dentro de la innovación en formación del profesorado, ya que los temas en los que consideramos que se debe formar a maestros y maestras han cambiado radicalmente en los últimos cinco años; razón por la cual, trabajar el cuerpo en movimiento, el arte contemporáneo o la educación afectiva sexual, son reivindicaciones curriculares que se vuelven políticas y que forman parte indispensable de la transformación del modelo. El cambio de metodológico es otro de los factores clave, de manera que, aún en un escenario tradicional, la EED2015 propone una arquitectura de transmisión diferente basada en dos conversaciones y un taller, y cuajada de acciones de participación organizadas desde materiales y detonantes. Y, por último, el pensamiento crítico atraviesa las dos ideas anteriores desde su raíz, porque creemos firmemente que un profesorado crítico es la única probabilidad que tenemos para ejecutar el cambio. Por todas estas razones la primera sesión de la EED2015 la hemos querido dedicar al cuerpo desde tres puntos de vista que se incardinan en las tres expertas invitadas a la sesión, los detonantes y materiales diseñados por Clara Megías, así como la participación de los asistentes, tanto vía presencial como a través de las redes sociales.

El primer agente de cambio fue Inés, Inés Sanguinetti, la culpable de que el auditorio del Espacio Fundación Telefónica se convirtiese en una selva al anochecer, la culpable de los truenos y de los rayos, unos truenos y rayos mentales que nos hicieron replantearnos la idea piscitelliana de que NO PENSAMOS CON LA CABEZA, PENSAMOS CON EL CUERPO. Abordamos el movimiento como un recurso relacionado no solo con lo físico sino con lo intelectual, no solo con la disipación sino con la concentración, no solo con el entretenimiento sino con el conocimiento. Un cuerpo que se castiga en el aula y se sigue castigando en la clase de Educación Física, un cuerpo que se modela, se esculpe y se tortura tal como el de Charles Chaplin en Tiempos Modernos.

Tanto Inés como yo estábamos de acuerdo: la pedagogía tradicional lo ha hecho muy bien, ha conseguido su objetivo utilizando, entre otras tecnologías, el mobiliario como un dispositivo de represión. Pero, aquí es donde los truenos y los pájaros lo desbaratan todo, porque cuando Inés cita a las hermanas Cossettini, a John Dewey, a María Montessori y al Hombre Bisonte, recupera el movimiento y con él huye de la literalidad, rompe con el drama de la ausencia de metáforas en la escuela. Y es aquí donde su propuesta cobra toda su fuerza, porque el cuerpo puede que sea un lugar físico, pero ante todo es un lugar metafórico, un lugar que debemos de reivindicar más allá de la silla, incluso más allá del deporte: un lugar desde el que construimos nuestra identidad y con el que nos comunicamos con el mundo, un lugar que debe ser reconocido en los contextos educativos mucho más allá de su literalidad.

El cuerpo también debe ser un escenario para la democracia, y eso es precisamente lo que exploramos con Virginia Luzón, analizándolo desde un punto de vista semiótico, desvelando sus pedagogías invisibles, y entendiéndolo como un discurso construido a partir de la vestimenta, el tono, la mirada, así como con la organización del espacio a todos los niveles. Con Virginia exploramos nociones que nos parecen absolutamente imprescindibles para cualquier docente que quiere autoleerse críticamente y así desestabilizar fenómenos como el encasillamiento. Es necesario aprender a detectar las estrategias de comunicación no verbal, a analizarlas tanto desde el rol de profesor como desde el de los estudiantes, así como utilizarlas para transformar las dinámicas de poder y convertir las aulas en espacios más simétricos.

Me fascinó que Virginia le diera tanta importancia a la indumentaria como agente pedagógico en el aula porque es una de las reivindicaciones que llevo haciendo desde que conocí el término direccionalidad a través de Elizabeth Ellsworth, siendo un recurso muy poco valorado en educación. Cuando en un momento de la charla saqué a la palestra el tema de los uniformes en España, no criticamos el hecho de llevar uniformes en sí, sino el hecho de la semiótica de dichos uniformes, lo que simbolizan las faldas escocesas y los jerséis con escudos incomprensibles en una sociedad que importa lo anglosajón como paradigma de la eficacia. Y aquí es donde volvemos de nuevo a las metáforas versus la literalidad, pero justamente desde el punto de vista opuesto al anterior, porque en este punto lo que hay que hacer es darle la vuelta a la metáfora y cambiar su significado.

Tras los truenos y el drama de los uniformes escoceses, llegó el turno del movimiento de verdad. Hasta entonces solo nos habíamos movido a medias, lo que nos había permitido el auditorio en el que, a pesar de todo, habían ocurrido cosas increíbles. Pero necesitábamos jugar y construir con nuestros cuerpos las metáforas que nos habían propuesto Inés y Virginia, y esto ocurrió a través de la artista y performer belga Katrien Oostrenlinck http://ooooo.be/ko/, quien no llegaba del mundo de la danza, ni de la comunicación no verbal, sino del arte contemporáneo. Así que después de comer todos juntos (y de reivindicar el espacio de la comida como un dispositivo en la escuela tan potente como las sesiones de la mañana o el taller), llegamos ávidos a la estancia donde el suelo se había transformado en un espacio de acción educativa (ese suelo que tanto reparo le da usar a la escuela tradicional) al disponer de una segunda capa geométrica y colorida.

La sorpresa y el extrañamiento fluía en el ambiente, además del humor, el tacto y los afectos en las tres performances implementadas: Interface, Social Sculptures y Massage / Collage. Cada una de ellas se convirtió en una metáfora de lo que es posible hacer en el aula, de lo que los profesores de cualquier materia podemos recuperar de las artes visuales, como la participación física y no solo verbal.

La danza con Inés nos llevó a la idea de entender el cuerpo como representación y la necesidad de usar las metáforas; la comunicación no verbal y la semiótica nos llevaron con Virginia a entendernos como discursos, mientras que las artes visuales (y en concreto la perfomance) nos llevaron con Katrien a entendernos como obras de arte. El cuerpo es una herramienta de conocimiento porque, recordemos, no pensamos con la cabeza, pensamos con el cuerpo.

Para poder vivir la sesión, o vivirla de nuevo, dispondremos en breve de la #EED2015virtual, donde podremos encontrar todos los vídeos de la sesión así como los materiales y otros recursos.