2012 Un aperitivo de mi estancia en Bogotá

No muy distante de esta provocación, María Acaso dedicó su conferencia a revisar, y revitalizar, los discursos imperantes en los museos, para, a través de las acciones performativas de los asistentes y los artistas, desenmascararlos en actos que combinan la pedagogía con el goce de jugar.

Con el nombre de “Pedagogías Invisibles” que son miradas que describen los discursos que atraviesan a los museos en esta época, el recorrido propuesto por Acaso y su grupo de investigación, transita entre el espectáculo, la sofisticación y el consumo, ejemplificados en espacios de la órbita española como el Guggenheim, el Thyssen, o el ámbito anglosajón como la Tate.

Este tránsito, que permite descubrir discursos así como formular estrategias de apropiación innovadoras, que combinan la educación artística, la práctica y, en casos determinados, la irreverencia, logra una integración novedosa entre el público y el museo, al permitir que exista una interacción entre las obras y la visita, que deja de ser guiada para volverse participativa.

Retomando la primacía del juego, la experiencia con El Matadero, en Madrid, aporta luces sobre los cuatro postulados que, según Acaso, transforman la vivencia de interactuar en el museo para descubrir esas pedagogías invisibles y potenciar las prácticas artísticas al interior de dichos espacios.

Nociones como la revitalización del inconsciente, el observar el poder, el habitar los espacios,  el investigar lo que hay en cada práctica, y poner por encima la experiencia de lo vivido,  hacen que se revise la noción de los formatos para entrar de lleno en pensar, y sentir, el arte como una estrategia para la vida.